Conclave

La iglesia; una institución tan presente a lo largo de la historia de la Humanidad como en la historia del cine, quien no ha tenido reparo en representar las intrigas, anacronismos y el ceremonial que envuelve a la institución a través de múltiples historias que nadan entre la realidad y la ficción.

Y es precisamente empleando como pretexto el momento clave en el que un Papa fallece y se reúne la curia vaticana para elegir al nuevo sucesor de San Pedro, que el escritor británico Robert Harris sitúa una ficción que el cineasta Edward Berger lleva a la gran pantalla con una película que representa la excelencia del cine más clásico.

Puede ser que Conclave no sea una de esas películas transgresoras y revolucionarias que impacte al espectador y se quede en su mente mucho tiempo. Pero alejados de fuegos artificiales, Conclave consigue lo que otras muchas películas aspiran: la perfección en todos sus vértices.

Empezando por la adaptación de la novela, el guionista de esta historia Peter Straughan sabe identificar el punto fuerte de la obra literaria: el gran hermano que se origina en la casa de Santa Marta cuando los lideres más poderosos del vaticano se ven forzados a confinarse sine die entre los muros sagrados esperando la inspiración divina que les asista para elegir a la persona indicada como futuro Papa. El ceremonial lleno en la novela de Harris de votaciones repetitivas se reproduce sin mayor detenimiento y la belleza de los muros vaticanos se convierten en meros espectadores de un particular juego de sillas vaticano.

Alejados de fuegos artificiales, Conclave consigue lo que otras muchas películas aspiran: la perfección en todos sus vértices

Los hombres luchan por el poder y las facciones e ideologías que integran la iglesia se enfrentan en interesantes debates que ganan todo el protagonismo de la película en los que la Iglesia se desnuda como una institución más humana y menos divina a través de planos que se afanan en resaltar la soledad de una curia frente a un mundo expectante ante una de sus decisiones más trascendentales.

Un guion que acierta con su adaptación es la base perfecta sobre la que se levanta una película en la que destacan sobremanera un elenco coral de excepción y una fotografía donde el color rojo y blanco de las casullas de los cardenales se potencia con planos que más bien parecen sacados de "El cuento de la criada".

Peter Straughan sabe identificar el punto fuerte de la obra literaria: el gran hermano que se origina en la casa de Santa Marta

Una propuesta sobria es la que Edward Berger presenta en la 72 edición del festival de San Sebastián; una película que se aleja de florituras para dejar que el guion y los actores hablen en medio de un clima que lejos de transmitir paz, refleja intriga y nerviosismo con un particular juego de sillas vaticano que se corona como una de las mejores propuestas de esta edición del festival.  

¿Quieres saber más sobre "Conclave"? Ya puedes escucharnos desde San Sebastián en el episodio del podcast en el que analizamos con detalle la película!